viernes, 28 de septiembre de 2018

Ven y sígueme





Ven y sígueme


La vida de Fe es también un acto de voluntad. “Ven y sígueme”. Jesús no arrebató, no alienó, no obnubiló a nadie. Cada uno de los que le siguieron decidieron seguirle.

“Ven”. Ven hacia mí, desde donde estás ahora, no importa dónde seas, hacia mí. La figura de Jesús, el influencer que no pierde vigencia.






“Y sígueme”. Porque yo voy a seguir actuando, moviéndome. Jesús no está quieto, y su figura y su mensaje sigue siendo alimento cada día, con matices nuevos, adaptados a nuestra vida, a ese momento por el que estás pasando.

“Ven y sígueme”. Decisión, movimiento y acción. En Él, en las lecturas, en la Palabra, encontramos alimento para cada día, todos los días. Como dice el Salmo de hoy, “Tu Palabra, Señor, es eterna,/ más estable que el cielo”.

 Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo;
.tu fidelidad, por generaciones, afianzaste la tierra y está firme:
 por tu disposición se mantienen hasta hoy, pues todo está a tu servicio.
 Si tu voluntad no fuera mi delicia, habría perecido en mi aflicción.
 Jamás olvidaré tus decretos, pues con ellos me vivificas.
Tuyo soy, sálvame, que busco tus normas.
Me acechan los malvados para perderme, pero yo medito tus preceptos.
 He visto límites en todo lo perfecto, pero, ¡qué inmenso es tu mandato! (salmo 119,89-96)
Queridos nómadas, buen día para todos!!!

D.C.

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