sábado, 7 de marzo de 2020

¿ cómo es tu levadura? Marcos 8




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Dice la lectura del día 18 de febrero de 2020
 Marcos (8,14-21):

En aquel tiempo, a los discípulos se les olvidó llevar pan, y no tenían mas que un pan en la barca.
Jesús les recomendó: «Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes.»
Ellos comentaban: «Lo dice porque no tenemos pan.»
Dándose cuenta, les dijo Jesús: «¿Por qué comentáis que no tenéis pan? ¿No acabáis de entender? ¿Tan torpes sois? ¿Para qué os sirven los ojos si no veis, y los oídos si no oís? A ver, ¿cuántos cestos de sobras recogisteis cuando repartí cinco panes entre cinco mil? ¿Os acordáis?»
Ellos contestaron: «Doce.»
«¿Y cuántas canastas de sobras recogisteis cuando repartí siete entre cuatro mil?»
Le respondieron: «Siete.»
Él les dijo: «¿Y no acabáis de entender?»


Comprendo que la levadura es lo que hace crecer tu pan.  ¿En qué levadura confiamos cada uno para hacer crecer nuestros bienes? 

La de Herodes es la levadura del poder, de la imposición, de la fuerza. La de los fariseos es la de la superioridad intelectual y moral. Ambos miran a los demás desde arriba, como medios para incrementar "su pan", a costa de ellos. 

Jesús en cambio, nos había mostrado el día anterior cual era su levadura: el compartir primero, el darse, en vez de mirar qué recibía... Pero a pesar de haber estado allí no nos enteramos... 

Porque la verdad es que nosotros sí que estuvimos ayer presenciando el milagro de los panes y los peces. A nosotros también nos pregunta Jesús: ¿Y no visteis lo que pasó?
¿O no hemos vivido nunca el poder multiplicador del darse uno mismo, la capacidad que el amor o la entrega tienen para transformar una realidad que ya veíamos condenada al fracaso o al sufrimiento? 

Sí, nosotros también estuvimos allí.
¿Es que aún no nos hemos dado cuenta?

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 ¿Qué levadura eliges?

1=U

 D. C

viernes, 6 de marzo de 2020

jonas 3, 1-10



Jonás 3

El Señor se dirigió por segunda vez a Jonás y le dijo: “Anda, vete a la gran ciudad de Nínive y anuncia lo que te voy a decir.”a
3-4 Jonás se puso en marcha y fue a Nínive, como el Señor se lo había ordenado. Nínive era una ciudad tan grande que para recorrerla por entero había que caminar tres días.b Jonás entró en la ciudad y anduvo todo un día, diciendo a grandes voces: “¡Dentro de cuarenta días, Nínive será destruida!”c
Los habitantes de la ciudad, grandes y pequeños, creyeron en Dios, proclamaron ayuno y se pusieron ropas ásperas en señal de dolor.d Cuando la noticia llegó al rey de Nínive, también él se levantó de su trono, se quitó sus vestiduras reales, se puso ropas ásperas y se sentó en el suelo.e Luego el rey y sus ministros dieron a conocer por toda la ciudad este decreto: “Que nadie tome ningún alimento. Que tampoco se dé de comer ni de beber al ganado y a los rebaños. Al contrario, vestíos todos con ropas ásperas en señal de dolor, y clamad a Dios con todas vuestras fuerzas. Deje cada cual su mala conducta y la violencia que ha estado cometiendo hasta ahora;f tal vez Dios cambie de parecer y se calme su ira, y así no moriremos.”
10 Dios vio lo que hacía la gente de Nínive y cómo dejaba su mala conducta, y decidió no hacerles el daño que les había anunciado.g


Jonas 3, 1-10
El texto nos habla del cambio radical, sin medias tintas, que dio la ciudad, encabezada por su rey. Nosotros deberíamos de hacer lo mismo, liderados por nuestra convicción, nacida de la cabeza y del corazón, de que viviremos más plenamente la vida que Dios nos ha regalado una vez nos liberemos de "eso" que ya sabemos que nos oprime.

Estamos en Cuaresma, tiempo de reflexión. Y eso es lo que hicieron los ninivitas, animados por Jonás.

Imagino a Jonás por la ciudad, haciéndoles ver que "esto no va bien, cualquier día se desatará un desastre".. e imagino también que los ninivitas ya lo sospecharían, ya verían que las cosas no iban bien, pero no habían querido reconocerlo

Este texto es hoy para nosotros una invitación, como lo fue Jonás para los ninivitas, a identificar qué hay en nuestra vidas "que no está bien, que cada vez va un poquito peor"...

Quizás es nuestro carácter en casa, que no acaba de liberarse de exigencia para con los demás, y aún no se ha rendido a los regalos de amor que recibe cada día...

Quizás se trata de la " imagen" que tenemos que dar en el trabajo, o con los amigos, que tantas veces, bajo múltiples razones, no se trata más que nuestro orgullo y vanidad..

¿Qué sospecho yo que no van bien en mi corazón?


1=U
D C