Lucas (10,1-9):
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios."»

¿Habla la lectura de hoy de lugares físicos? ¿nos sigue hoy Jesús enviando a sitios físicos, o más bien a lugares del corazón?
Hermanos de comunidad, no podía ser de otra manera... ¿Cómo vamos a poder salir al encuentro del parado, a decirle “está cerca de tí el Reino De Dios”, si ninguno pasamos por el paro, si ninguno visitamos ese “sitio” vital, llevando a Jesús, siendo uno de ellos, “comiendo” de los que comen y sufriendo de los que sufren? ¿Cómo vamos a consolar al enfermo desde fuera de su situación? ¿Cómo vamos a poder ser testigos de la presencia de Dios en las diversas situaciones de la vida, si no pasamos por ellas, habitándolas?
¡¡¡No podía ser de otra manera!!!
Estamos llamados a pasar por lo que tengamos que pasar, luces y sombras, alegrías y penas, llevando a Dios con nosotros. Solo pasando por esas situaciones nuestro testimonio es verdadero, testimonio de que incluso allí, en medio de la oscuridad o la aflicción, hemos estado, nos hemos puesto en la presencia de Dios... testigos de que, aún siendo hijos, no ha venido a quitarnos esa situación de nuestras vidas, sino que ha venido para dar vida a nuestro corazón, precisamente en medio de nuestra situación...
No podía ser de otra manera...
Allá dónde estáis, en lo que estéis viviendo, estáis llamados a ser testigos y portadores de la vivencia de Dios en vuestras vidas. Agarraos fuertemente a Él, y que os lleve a través de esos momentos.
David C
